Transgénicos,una mentira que engorda a unos pocos II
>> martes, 14 de abril de 2009
Otro asunto es el que deriva hacia la salud humana. Las células de la planta para ser modificadas genéticamente han de ser invadidas, y la mejor forma de hacerlo es utilizando virus y bacterias, sabiendo los riesgos que ello conlleva.
Hoy en día en EEUU sólo 4 compañías venden semillas y otras cuatro carnes. El mundo de la alimentación ha pasado ha ser propiedad privada. Se patentan genes y con ello alimentos animales, vegetales, y partes del cuerpo humano. Y por tanto dueños de todo lo que pongan en esos genes.
Monsanto y Dupont han comprado la mayoría de fábricas de semillas de todo el mundo. También han comprado las semillas que los gobiernos durante décadas han ido almacenando para conservar la diversidad; y las han patentado a su nombre. Con esto controlan todo el mercado.
Estas multinacionales utilizan el argumento del hambre en el mundo y cómo con sus productos acabarán con ella. Esto es del todo falso. 800 millones de habitantes pasan hambre por no poder costearse una agricultura de calidad. Y debido a la inmensa deuda que tienen han de vender mucha de esa cosecha para poder sufragarla. Los mapas de la FAO muestran claramente lo poco cultivada que está la tierra en áfrica.
Los agricultores emigran a las ciudades y han de subsistir con los escasos trabajos que hay. Pasando de ser independientes a ser dependientes. No es tanto un problema de falta de alimento si no de falta de producción de alimento.
En América del norte y Europa hay superproducción de alimentos y en esta absurda paradoja, los agricultores no recuperan los costes de producción y deben de recurrir a subsidios del estado.
Las plantaciones transgénicas utilizan lo que se denomina gen suicida. Sólo vive una cosecha y luego el agricultor ha de comprar nuevas semillas para volver a plantar. Bonito negocio.
Toda una población mundial dependiendo de la alimentación de unas pocas multinacionales, terrorífico.
Esto se extenderá a otros productos y nuestras vidas estarán en manos de unos pocos desaprensivos.
Hemos de luchar por una alimentación de calidad, basada en productos naturales, locales y de temporada. El futuro está en nuestras manos. Somos lo que comemos.
2 comentarios:
Sí, hemos de luchar por ello.
Muy interesante el mensaje.
Un beso.
Gracias Sakk por el comentario, es un asunto tremendamente grave.
Un saludo.
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