Prevenir la inflación II

Echarle la culpa a los políticos y empresarios está muy bien, yo también lo hago, sobre todo en este país. Pero sería conveniente pensar; qué estamos haciendo nosotros para que las cosas mejoren.

¿Es correcto nuestro comportamiento respecto al dinero? ¿Gastamos más de la cuenta, hacemos un uso excesivo de la targeta de crédito...?

Si todos pedimos dinero a los bancos, y nadie ahorra. ¿De dónde va a salir ese capital?
Pensar que los bancos cogen el dinero de unos clientes para prestárselo a otros. Si el banco no tiene recursos, pedirá a otros bancos y así sucesivamente. ¿Y quién nutre de liquidez a éste último?

Si pensáis sin estrujaros mucho la cabeza, vereis que todo tiene su causa y efecto. Si os fijáis un poco en lo anterior, llegareis a entender las causa de la crisis.
En época de bonanza económica todo el mundo se ciega de optimismo y euforia. Compran y consumen como poseídos, gastan y derrochan por doquier. Se hipotecan y pagan a crédito. Y al final como todo lo humano, hay que apoquinar...

Así que viene papá estado y enchufa dinero en el mercado. Dinero que también tendrá que abonar. Para ello hace algo muy fácil, emite deuda. Y como dice la palabreja; toda deuda hay que devolver. Pero para entonces ese gobierno ya no estará en el poder. Y serán sus hijos y nietos los que tengan que sufragar esas deudas.

Resultado: más inflación, menos competitividad, peor calidad de vida, más impuestos, más paro, más...